viernes, 13 de septiembre de 2013

DECLARACIÓN DE LA FRANC-MASONERIA SOBRE LA ACTUAL ESCALADA BELICA INTERNACIONAL

SUPREMO CONSEJO DEL GRADO 33° DEL R:.E:.A:.A:. PARA LA
REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY
Ad Gloriam Universalis Fraternitatis



DECLARACIÓN DE LA FRANC-MASONERÍA SOBRE LA ACTUAL ESCALADA BÉLICA INTERNACIONAL

Los hombres y mujeres Francmasones uruguayos, somos ciudadanos que vivimos y sentimos el destino humano con mucha intensidad, y aspiramos e intentamos construir el futuro, sin apartarnos de la vida cotidiana. Estamos imbuidos de los valores esenciales de la Francmasonería, de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Comprometidos desde el año 2000 junto a la UNESCO a trabajar por un Cultura de Paz, y adhiriendo a las Conclusiones del 5° Encuent ro de la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMAS) de Barranquilla, Colombia en 2009, que analizó el tema de la “Construcción de la Paz en nuestra Sociedad”, y de acuerdo a su vocación tradicional de conciencia ética y moral, en vistas de la escalada bélica que impactan la actualidad, sostenemos que el recurso de la violencia es de una época que deseamos ver perimida, para que predominen la civilización por sobre la barbarie, y la razón y la justicia por sobre el despotismo.
Por esta razón, sienten la necesidad de manifestarse, en un día tan particular como el de hoy, aniversarios de tristes situaciones que no deseamos volver a ver, como el Golpe de Estado en Chile, el sacrificio de nuestro Hermano Masón chileno Salvador Allende, defendiendo las instituciones democráticas, y la acción terrorista sobre las Torres Gemelas de Nueva York.
Por ello declaramos:

  • Es nuestro criterio que frente a cualquier situación de confrontación en la arena internacional, debieran prevalecer los medios pacíficos de negociación y la búsqueda de entendimientos por sobre la violencia y la fuerza bruta;
  • Que en vistas de esta finalidad, debe potenciarse y legitimarse el rol de los organismos internacionales, los cuales deben jugar un rol cada vez más activo, en particular hacia la protección de la población civil indefensa;
  • Ello significa que todos los países, grandes o pequeños, potentes o débiles, deben respetar las decisiones legítimas que de los mismos emanen;
  • Pensamos que toda política o toda acción que debilite las instancias de negociación o arbitraje, es un retroceso y agregan factores de inestabilidad a escala planetaria, siendo incalculables sus consecuencias en el mediano y largo plazo;
  • Estamos convencidos que la existencia de regímenes democráticos representativos en el gobierno de las naciones, es la principal y más legítima garantía para respetar los derechos tanto en los planos interiores como en la arena internacional;
  • Sostenemos que toda nación tiene derecho a su libre determinación, y que el respeto de la misma, en el marco de los acuerdos y convenios internacionales, es necesario a un ambiente internacional pacífico. Pero la libre determinación tiene sus límites en la violación de los derechos humanos y el atentado a la dignidad de las personas, actos reñidos con el humanismo que deben ser duramente sancionados;
  • Repudiamos el terrorismo, provenga éste de algún Estado como de grupos informales, por constituirse en un crimen de lesa humanidad, porque impacta física y psicológicamente sobre todo sobre la población civil. Repudiamos la utilización de armas de exterminio masivo, estén prohibidas o no, en vista de que impactan principalmente sobre la población civil;
  • Que la mejor arma para eliminar el terrorismo, detener los fundamentalismos retrógrados, e instaurar un medio ambiente pacífico, es la justicia en las relaciones internacionales, políticas y económicas, que posibiliten a todos los países, grandes o chicos, el acceso al desarrollo y a la modernidad;
  • No olvidemos que no hay un solo foco de guerra, sino varios, muchas veces ignorados por los intereses mediáticos, y donde es la población civil finalmente quién sufre las consecuencias. En todos esos conflictos también es necesaria la búsqueda de la paz;
  • La búsqueda de la paz no debe estar condicionada de ninguna manera por opciones económicas, ideológicas, políticas y/o religiosas.

Por todo ello, aspiramos a que las consecuencias que puedan derivarse de estos hechos conflictivos actuales, estén más del lado de la Civilización que de la Barbarie, y deseamos en estas circunstancias, que la Humanidad toda pueda experimentar un crecimiento moral que la acerque más hacia un futuro de Entendimiento y Concordia.

Montevideo, 11 de Setiembre de 2013.

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